Esta vivienda del siglo XIX ha sido completamente reformada respetando la estructura existente y recuperando elementos tradicionales como las paredes de piedra, suelos antiguos o vigas de madera.
Los elementos rústicos originales de la casa combinados con muebles modernos confiere un particular contraste entre el pasado y el presente.
Distribuida en tres plantas esta vivienda tiene un concepto abierto por lo que se aprovecha al máximo la luz y se consigue gran sensación de amplitud.
Fuente: micasarevista.com
Un salón de ensueño, cálido, acogedor., poder mirar el fuego…